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Anécdota de un Peritaje: Entre Papel y Tecnología Digital

¿Peritaje calígrafo o peritaje informático?

Ver el video: https://youtu.be/0rpTJ83_z7A

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Hola querida comunidad, quiero compartir con ustedes una anécdota que me sucedió en el ejercicio de mi labor como perito informático. Aunque en nuestra área nos enfocamos en evidencia digital, en esta ocasión me pidieron analizar un documento de papel: una factura. Este documento se presentó con el objetivo de acreditar ciertos datos de relevancia en una situación de peso, así que el desafío fue trasladar nuestras técnicas digitales a un formato físico.

Al recibir el documento, comencé con un análisis visual, similar al que realizaría un perito calígrafo, pero enfocado en la comparación de ciertos elementos de la factura. Los aspectos que revisé incluyeron el CAE, la fecha de vencimiento, el CUIT del emisor y otros datos clave, para verificar su autenticidad. Con estos datos en mano, ingresé al sitio web de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) para confirmar la validez de la factura en cuestión.

Para profundizar en el análisis, solicité una factura indubitada que sirviera como referencia para una comparación adicional. Sin embargo, debido a que no se pudo obtener este documento de referencia en papel, la verificación no alcanzó el grado de certeza que hubiera sido deseable. Opté entonces por realizar una técnica de solapamiento entre la factura dudosa y la indubitada. Aquí surgió una nueva complicación: mientras que la factura indubitada estaba en formato digital, la que debía analizar estaba impresa en papel y digitalizada con una aplicación móvil (CamScanner), lo cual introdujo potenciales variaciones visuales debido a factores de impresión y escaneo. El proceso de digitalización utilizado entorpecía la comparación de documentos.

Al avanzar con la técnica de solapamiento, me dediqué a editar el documento digital indubitado con herramientas que permitieran ajustar el formato y observar si, aún con estas diferencias, era viable una comparación precisa. No obstante, el resultado demostró que este método no era concluyente, ya que coincidían perfectamente todos los números de la factura y demás datos relevantes, la variación introducida en el documento no era visualizable mediante la inspección ocular.

Así que, en este punto, tocaba volver al ámbito de bits y bytes. Como respuesta pedí al letrado que solicite a quien presentó como documento la factura impresa, que remita el documento en formato digital original, pues sólo así podía aplicar técnicas informáticas de peritaje digital, capaces de revelar detalles más profundos e imperceptibles en el papel. Sin embargo, a partir de esa última solicitud, la comunicación cesó. Nunca recibí respuesta.

Este desenlace quizás no sorprenda, ya que un documento en formato digital permite realizar análisis que escapan a las técnicas visuales. En formato electrónico, pueden aparecer metadatos, timestamps, y otras huellas digitales que pondrían en evidencia cualquier alteración. Y esta es la clave: lo que a simple vista puede parecer legítimo, al ser analizado con herramientas informáticas puede presentar una historia completamente distinta.

Espero que esta experiencia haya sido de interés para ustedes. Nos vemos en la próxima entrega, con más historias y aprendizajes de este fascinante mundo de la pericia informática. 

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