La Eficiencia en la Validación de Correos Electrónicos en Peritaje Informático: Una Anécdota Práctica
Hola, querida comunidad. Hoy quiero compartir una experiencia reciente que refleja cómo las dinámicas del peritaje informático pueden ser más eficientes de lo esperado, especialmente en casos donde los correos electrónicos están en el centro de la prueba. Sorprendentemente, la validez de estos correos electrónicos fue confirmada sin necesidad de una audiencia presencial por parte del perito. Pero antes de entrar en detalles, recordemos que en el peritaje informático suelen aplicarse una serie de procedimientos técnicos para validar documental ofrecida como prueba. Cuando una de las partes la niega, el perito interviene para garantizar la autenticidad de esa prueba, en este caso, en una causa del fuero federal.
En el fuero federal, los actores en juicio de defensa del consumidor tienen cierta ventaja, ya que se les brinda un principio de gratuidad para proteger al consumidor. En este caso particular, el juez, aunque no fue explícito, sugería que la causa poseía algunas cuestiones y derechos que debían ser tenidos en cuenta y que podrían tener implicancias en adelanto de gastos.
El caso involucraba correos electrónicos presentados como prueba por la actora y rechazados por la demandada. En este contexto, la corporación demandada me contactó realizando una propuesta inusual: que se cubrieran los costos de prueba en partes iguales, sugiriendo un adelanto de UMA (unidad de medida arancelaria) tanto para la actora como para ellos. Esta solicitud fue sorprendente, especialmente porque suele ser difícil obtener pagos de este tipo de corporaciones.
Pocas horas previo a la fecha fijada para la audiencia pericial, la letrada de la parte actora me contactó para preguntar si iba a tomar la audiencia. Esta pregunta no es habitual, pues lo usual es confirmar disponibilidad, no preguntar si se va a asistir, lo que indicaba que algo más estaba sucediendo en el fondo. La realidad era que, ante la falta de pago del adelanto de gastos, ambas partes se habían sentado a negociar, revisando la documentación y verificando la autenticidad de los correos electrónicos, algo que debería haber ocurrido antes de un rechazo formal. Pero el uso y costumbre de los letrados hacen que frente a la duda, una negativa es lo más apropiado. Lo que traslada el problema para más adelante.
Este enfoque de cooperación entre las partes simplificó el proceso. Al hacer un reconocimiento mutuo de los correos electrónicos presentados, se eliminó la necesidad de una pericia informática formal para validar la prueba. Este acuerdo no solo aceleró el proceso, sino que también redujo los costos, demostrando cómo el sistema puede ser más efectivo cuando las partes se concentran en las verdaderas cuestiones legales en disputa, sin perder tiempo en puntos no controvertidos.
En conclusión, el sistema y las partes, reconociendo la presión de los plazos y costos, optaron por no considerar los correos electrónicos como un punto de disputa. Esta experiencia demuestra que, al reconocer el valor de la documental electrónica desde ambas partes, se puede lograr una mayor eficiencia, reservando la intervención del perito para los aspectos que realmente requieren su expertise.
Nos vemos en el próximo artículo, querida comunidad, y sigamos compartiendo experiencias que puedan aportar a una práctica más ágil y efectiva en el peritaje informático.
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