La Importancia de la Colaboración entre Escribanos y Peritos Informáticos en la Preconstitución de Prueba
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La preconstitución de prueba es un acto jurídico crucial que se realiza inaudita parte, es decir, sin la presencia o intervención de la contraparte. Este proceso busca garantizar la preservación de evidencias con el mayor rigor posible, cumpliendo formalidades que otorguen confiabilidad tanto al soporte utilizado como a los métodos aplicados. En este marco, la participación de escribanos públicos y peritos informáticos resulta fundamental para garantizar la validez técnica y jurídica de las pruebas.
Áreas de Competencia: Escribanos y Peritos Informáticos
Ambos profesionales tienen roles complementarios en la preconstitución de prueba. Por un lado, el escribano da fe pública sobre los hechos que constata y los procedimientos realizados, mientras que el perito informático aporta el conocimiento técnico especializado para asegurar que las evidencias sean obtenidas, preservadas y documentadas adecuadamente desde una perspectiva informática.
La Convergencia Ideal: Trabajar en Conjunto
Cuando escribanos y peritos informáticos trabajan en conjunto, se alcanza lo que podríamos llamar el conjunto universal en la preconstitución de prueba. Cada uno cubre aspectos fundamentales del proceso:
El escribano: garantiza la autenticidad y la fe pública.
El perito informático: asegura la validez técnica, utilizando herramientas y procedimientos especializados como:
Navegación en modo incógnito.
Eliminación de caché y datos de navegación.
Registro de versiones, marcas y modelos de software utilizados.
Aplicación de algoritmos para obtener fecha cierta (p. ej., sellos de tiempo).
Descarga y preservación del código fuente.
Uso de herramientas como HTTrack para clonar páginas web.
Sin embargo, en situaciones donde no es posible contar con ambos profesionales, es imprescindible que el único involucrado justifique su trabajo mediante la adopción de prácticas rigurosas y verificables.
Problemas Comunes en la Práctica
El caso analizado evidencia las limitaciones de no contar con un perito informático durante la preconstitución de prueba. A pesar de que el escribano realizó una constatación y consignó que eliminó los datos de navegación, no quedó registrado el procedimiento técnico ni se aplicaron técnicas que garanticen la integridad de la evidencia, como:
La videofilmación del proceso.
La validación de posibles interferencias, como la presencia de malware, hackeos o redes inseguras.
La identificación de posibles páginas espejo que podrían alterar los resultados.
Además, cuando el punto pericial requiere determinar si el procedimiento del escribano fue "técnicamente adecuado", el análisis se complica si no existen registros claros de las técnicas utilizadas.
Riesgos y Contingencias Técnicas
Las falencias técnicas en la preconstitución de prueba pueden derivar en cuestionamientos serios sobre la validez de la evidencia. Por ejemplo:
Páginas espejo y ciberestafas: Un usuario puede ser redirigido a una página fraudulenta que imita la legítima. Un perito informático podría detectar este tipo de anomalías mediante análisis del código fuente, conexiones HTTPS y certificados de seguridad.
Infecciones por malware o hackeos: La falta de controles técnicos adecuados puede permitir la manipulación de datos en la computadora o red utilizada durante la constatación.
Estas contingencias subrayan la necesidad de la intervención de un perito informático, quien cuenta con los conocimientos para identificar y mitigar estos riesgos.
Conclusión: Preconstitución de Prueba, una Tarea Conjunta
La preconstitución de prueba debe ser tratada con la máxima seriedad, ya que no cuenta con la intervención inmediata de un juez y sus resultados pueden ser determinantes en un litigio. Por lo tanto:
Lo ideal es que participen tanto el escribano como el perito informático. Esta colaboración asegura tanto la fe pública como la rigurosidad técnica.
Cuando esto no sea posible, el profesional designado debe justificar sus métodos y aplicar todas las formalidades y herramientas disponibles para garantizar la confiabilidad de la evidencia.
Finalmente, el uso y la costumbre actuales reconocen a los escribanos como figuras clave en estos procesos. Sin embargo, no debemos dar por sentado que el uso de técnicas forenses por parte de un escribano sea suficiente para garantizar la validez técnica de la prueba. Solo el trabajo conjunto o la capacitación adecuada de cada profesional podrá resolver esta brecha.
En definitiva, la preconstitución de prueba, lejos de ser un trámite burocrático, es una tarea que requiere conocimiento, rigurosidad y una perspectiva integral para evitar posibles cuestionamientos.
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