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Hola a todos, hoy vamos a adentrarnos en un tema fascinante y de gran relevancia práctica: los accidentes in itinere, pero desde una perspectiva particular. Nos centraremos en aquellos casos donde la relación laboral no está registrada y, por ende, surgen desafíos adicionales a la hora de la peritación. En concreto, analizaremos un caso donde la prueba pericial accidentológica vial jugó un rol crucial, con Google Maps como protagonista inesperado.
Los accidentes in itinere, como bien sabemos, son aquellos que ocurren al empleado en el trayecto entre su domicilio y su lugar de trabajo, o viceversa. La legislación contempla la posibilidad de indemnización en estos casos, siempre y cuando el trayecto no haya sido interrumpido o alterado por motivos personales. Aquí reside el primer escollo: ¿cómo demostrar si el trayecto fue o no modificado?
En primer lugar, la pericia médica determinará la existencia de secuelas incapacitantes en la persona accidentada. Pero, en segundo lugar, y no menos importante, se debe probar que el accidente ocurrió efectivamente in itinere. ¿Y quién asume la carga de la prueba? Ante una negativa genérica por parte del empleador (y en este caso, la empresa al no reconocer la relación laboral, negaba también el accidente in itinere), la presunción legal favorece al trabajador. Por lo tanto, resulta aconsejable que sea la parte demandada quien asuma la iniciativa de analizar y cuestionar el trayecto alegado.
En el caso que nos ocupa, fue precisamente la demandada quien solicitó una prueba pericial en accidentología vial. Es importante destacar que, si bien la prueba tenía componentes informáticos, no se trató de una pericial informática en sí misma. Los puntos centrales que se plantearon al perito fueron los siguientes:
Determinación del Recorrido "Normal": ¿Cuál sería el recorrido que la actora debería haber utilizado para dirigirse desde su lugar de trabajo a su domicilio, según la visión de la parte demandada?
Ubicación del Siniestro: ¿Se encuentra el lugar donde la actora manifestó que ocurrió el accidente dentro de ese recorrido "normal" de regreso a su hogar?
Análisis de Google Maps: La demandada aportó una captura de pantalla de Google Maps y consultó al perito si el recorrido allí señalado podía considerarse el "normal y habitual" de regreso al domicilio.
Aquí se abre un debate interesante. La demandada, buscando refutar el carácter in itinere del accidente, intentó imponer un único "recorrido normal" basado en lo que Google Maps señalaba como la ruta más "clara, directa y rápida". Sin embargo, se soslayó la realidad de que existen múltiples trayectos alternativos, incluso dentro de la misma herramienta Google Maps.
Es crucial comprender las dos optimizaciones principales que ofrece esta herramienta de navegación:
Optimización por Tiempo: Busca el trayecto más rápido, que no siempre coincide con el más corto.
Optimización por Distancia: Busca el trayecto más corto, que no siempre es el más rápido, especialmente si se consideran vías rápidas como las circunvalaciones.
En el caso particular, el accidente se produjo por una falla mecánica en el motovehículo de la actora. Este detalle no es menor, ya que un motovehículo en malas condiciones mecánicas difícilmente sea apto para circular por vías rápidas que exigen velocidades mínimas, como la avenida de circunvalación.
Ante este panorama, ¿qué otros elementos podrían haber sido considerados para robustecer la prueba? Una vía muy interesante, aunque no explorada en este caso, hubiera sido solicitar al actor que pusiera a disposición su dispositivo celular para acceder al historial de ubicaciones de Google Maps. Analizar el "histórico de rutas" del día del accidente y de días previos podría haber revelado patrones de movilidad y el trayecto habitual del actor entre su trabajo y su hogar.
Es cierto que en ocasiones esta prueba puede verse frustrada por la pérdida o el cambio de dispositivo móvil, o la creación de una nueva cuenta de Google. Sin embargo, en aquellos casos donde sea posible, la información del historial de ubicaciones puede ser sumamente valiosa. No solo para el trabajador, para demostrar la relación laboral subyacente y el trayecto habitual, sino también para la empresa, para eventualmente desvirtuar el carácter in itinere del accidente.
Si bien Google Maps no ofrece una solución completa y definitiva para determinar el "recorrido normal y habitual", la información que proporciona puede ser una herramienta útil en la investigación de accidentes in itinere, especialmente en aquellos casos donde la informalidad laboral complica aún más la demostración de los hechos.
En definitiva, este caso nos muestra cómo la prueba pericial accidentológica vial, combinada con herramientas tecnológicas como Google Maps, puede ser crucial para esclarecer aspectos fundamentales en los accidentes in itinere, especialmente cuando la relación laboral se encuentra en las sombras de la informalidad.
Espero que esta anécdota haya sido de su interés. Nos encontramos en la próxima entrega para seguir explorando temas relevantes del ámbito legal y pericial.
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