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De la Identidad Digital a la Prueba en Redes Sociales: Lecciones de un Caso Práctico
Hola querida comunidad, hoy quiero compartir con ustedes una reflexión que surge de un caso real donde las publicaciones de Facebook fueron protagonistas en un proceso judicial. Este caso me llevó a pensar profundamente sobre cómo se ofrece y se valora la prueba digital, especialmente en lo que respecta a la identidad en el mundo virtual.
El Desafío de la Prueba Digital: El Caso de las Publicaciones de Facebook
En este caso particular, se presentaron como prueba publicaciones de Facebook, tanto del perfil del demandante como del demandado. La forma en que se ofreció esta prueba fue bastante simple: se adjuntaron las publicaciones, indicando que provenían de perfiles específicos de Facebook, y se asumió que dichos perfiles pertenecían a las partes involucradas.
Aquí surge la primera pregunta clave: ¿es suficiente esta forma de ofrecimiento de prueba? Desde el punto de vista estrictamente técnico la respuesta es no. El principal problema que enfrentamos es el de la autoría. En el mundo digital, la autoría está intrínsecamente ligada a la identidad digital. No podemos simplemente asumir que un perfil de Facebook pertenece a una persona o entidad solo porque se indica su nombre.
Un Breve Recorrido por la Historia de la Identidad
Para entender mejor este problema, hagamos un breve viaje a través de la historia de la identidad. Desde tiempos remotos, la humanidad ha necesitado formas de identificar a las personas. Inicialmente, se utilizaban nombres, pero pronto surgió la necesidad de diferenciación.
Los apellidos nacieron como una solución a esta necesidad. Existen diversos tipos de apellidos que reflejan diferentes maneras de identificar a las personas:
Toponímicos: Derivados del lugar de residencia (Arroyo, Costa, Rivera, Peña, Del Valle, Ríos). Indicaban que Juan no era simplemente Juan, sino Juan que vivía cerca del arroyo.
Profesionales u Oficios: Relacionados con la profesión u oficio de la persona (Herrero, Pastor, Criado, Vaquero, Zapatero, Sastre, Molinero). Identificaban al "herrero del pueblo" para diferenciarlo de otros con el mismo nombre.
Patronímicos: Basados en la relación paterno-filial (González, Hernández, Rodríguez, Fernández, Muñoz, Pérez, Díaz, López, Ruiz). Señalaban a una persona a través de su linaje.
Apodos: Quizás una de las formas más antiguas de identificación, basados en rasgos personales distintivos (Flaco, Delgado, Blanco, Amable, Moreno, Bravo). En Córdoba, ejemplos como "el Negro", "el Cabeza", "el Chueco", "el Petiso", "el Rulo", "el Largo" ilustran esta práctica. El ejemplo del "Chueco" que luego pasó a ser "el Pata" en la distribuidora de fiambres nos muestra cómo un rasgo distintivo se convierte en identificador.
Incluso en el lenguaje de señas, se utilizan señas distintivas para identificar a las personas, como la marca en la ceja de un colega que visitaba personas mudas que utilizaban dicho lenguaje de señas.
Todas estas formas de identificación buscan un objetivo común: distinguir a una persona de otra. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿qué sucede cuando el nombre es común, como "Juan Pérez"? Y, trasladando esto al mundo digital, ¿cómo identificamos un perfil de Facebook en un mar de perfiles con nombres similares?
El Caso "Soles Muebles": Un Ejemplo Práctico de Identificación Digital
En el caso que nos ocupa, el problema se centró en publicaciones de Facebook pertenecientes a una persona jurídica, una empresa llamada "Soles Muebles". La búsqueda inicial en Facebook utilizando "soles muebles" arrojó un perfil que, a primera vista, parecía coincidir. Sin embargo, al examinarlo más de cerca, se detectaron incongruencias: indicaba ser de México, mientras que la empresa en cuestión operaba en Córdoba, Argentina.
Esta primera búsqueda nos enseña que un nombre de usuario en Facebook no es suficiente para la identificación. Necesitamos filtrar y buscar características únicas para dar con el perfil correcto.
La clave para la identificación en este caso fue la investigación exhaustiva, combinando herramientas online y la información pública disponible:
Búsqueda en Google: En lugar de buscar directamente en Facebook, se realizó una búsqueda en Google con "soles muebles". Google, utilizando la información regional, identificó una empresa en Villa del Rosario, Córdoba, con una dirección específica.
Google Maps y Street View: Al utilizar Google Maps, se confirmó la dirección y se encontró una referencia a un sitio web: solesmuebles.com.ar y un número de teléfono. Google Street View permitió visualizar el establecimiento físico.
Información Visual en Street View: La Clave. Al girar la vista en Street View hacia la derecha, se descubrió información crucial en la fachada del local: se publicitaba el usuario específico de Facebook: "solesmuebles", junto con la página web y el perfil de Instagram. Esta imagen representa la unión entre el mundo físico y el virtual.
Búsqueda Específica en Facebook: Con el usuario específico "solesmuebles" confirmado, se realizó una nueva búsqueda en Facebook. Se encontraron tres resultados, y uno de ellos estaba vinculado a la página web solesmuebles.com.ar, la misma que se había identificado previamente.
Verificación del Perfil de Facebook: Se accedió al perfil de Facebook y se verificó la coincidencia de la dirección publicada. Además, se observaron otros elementos relevantes: 11.000 "Me gusta" y 12.000 seguidores
. Estos números indicaban que no se trataba de un perfil falso creado recientemente, sino de un perfil activo y con una estrategia de marketing digital consolidada. La vinculación a la página web también se confirmó en la información del perfil.
Elementos Clave para Valorar la Autenticidad de un Perfil de Facebook
Para determinar si un perfil de Facebook es auténtico y pertenece a la persona o entidad que se pretende, debemos considerar varios elementos:
Usuario Específico y Coincidencia con Información Pública: La coincidencia del usuario con información pública (como la que se muestra en la fachada del local en este caso) es fundamental.
Vinculación con Otros Canales Digitales: La conexión con la página web, perfil de Instagram, página web y otros canales digitales de la empresa refuerza la autenticidad.
Nivel de Actividad y Antigüedad del Perfil: Un perfil con un número significativo de seguidores y "Me gusta", y con actividad constante o reciente, sugiere que no es un perfil falso o inactivo.
Contexto General: Más allá de la publicación específica, el contexto general del perfil es importante para determinar la autoría.
La Prueba Pericial: Un Complemento Esencial
En procesos judiciales, la prueba pericial puede ser crucial. Se puede solicitar a un perito informático que:
Determine a quién pertenece un perfil de Facebook.
Rastreé la actividad asociada al perfil.
Valide la autenticidad del perfil y su vinculación con la empresa demandada.
El perito puede complementar la prueba documental ofrecida con elementos de contexto que ayuden al juez a comprender que se trata de un perfil activo y auténtico, y no de un perfil falso creado para la ocasión.
Conclusión: La Identidad Digital y la Prueba en la Era de las Redes Sociales
Este caso nos muestra la complejidad de la identidad digital y la importancia de verificar la autenticidad de la prueba digital, especialmente en redes sociales. No basta con presentar una publicación de Facebook y asumir su autoría. Es necesario un proceso de investigación y validación que combine herramientas tecnológicas, información pública y, en muchos casos, la prueba pericial. En la era de las redes sociales, comprender cómo se construye y se verifica la identidad digital es fundamental para el ámbito legal y para nuestra vida cotidiana.
Espero que esta anécdota y reflexión les haya sido útil. ¡Nos vemos en la próxima!
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